El mahou shoujo se ha transformado en todo un concepto en Japón, tanto que cualquier tipo de merchandising de este género se vende como pan caliente en diversas tiendas tanto en Akihabara como en las tiendas on line. Detrás de este género hemos visto pasar todo tipo de historias en torno a heroínas de corta edad, como por ejemplo en Sakura Card Captors, en donde la aventura resulta derivar desde la comedia, el romance y la acción.
Otras historias han abarcado los perfiles más oscuros de sus protagonistas como lo fue el caso de la exitosa Puella Magi Madoka Magica y el presente año una serie vuelve a reavivar esa conceptualización como lo fue Mahou Shoujo Ikusei Keikaku de esta temporada que ya finaliza.
Respecto a esto último, diversos elementos provenientes de una trama más psycho han surgido de parte de algunos autores de novelas o mangas y el caso que expongo el día de hoy no es la excepción. Una conjugación entre hechicería, mundos fantásticos y relaciones personales abarca la historia de Shamanic Princess, un proyecto nacido en el año 1996 de parte de Bandai Visual y que si bien en su momento pasó algo inadvertido, sin duda representó algo adelantado en su época.
Shamanic Princess fue una historia de seis OVAS lanzado entre los años 1996 y 1998 compuestas de dos partes. La primera parte dividida del OVA 1 al 4 cuenta la historia de la persecución de Tiara, una niña prodigio de la hechicería proveniente de un universo mágico llamado “Mundo Guardián” y quien parte junto con su sirviente Japolo al mundo de los humanos para atrapar a Kagetsu, un individuo del mismo mundo del cual ella proviene y que tiene la habilidad de neutralizar cualquier hechizo mágico incluso de los más aventajados. Kagetsu tiene en su poder el “Emblema de Yord”, un amuleto mágico que es el sostén de la magia del Mundo Guardián y la tarea de Tiara es recuperar dicho amuleto y capturar a Kagetsu a cualquier precio. Dentro de esta cacería se une Lena, otra hechicera prodigio de ese mundo y principal competidora de Tiara quien llega con su sirviente León y que incluso llegan a enfrentarse por algo que va más allá de la tarea encomendada.
La segunda parte consistente en los OVAs 5 y 6 es la precuela de esta historia y que cuenta la formación espiritual de la protagonista (Tiara). Dentro de esta historia aparece la imagen de Sara, hermana de Kagetsu, una niña de carácter amigable y quien establece amistad cercana con ella. También aparece la figura de Graham, el primer sirviente convocado por Tiara y quien aparece en la apertura del quinto OVA y cuyo papel en la historia resulta determinante para el trascurso de ésta.
Con todos estos tintes se visualiza lo que es el Mundo Guardian, un lugar donde la magia se sostiene bajo el pilar del Emblema de Yord, el cual resulta ser algo más que un extraño cuadro con un bello paisaje dibujado en él. Un sitio que a primera vista no resulta ser muy distinto al mundo de los humanos, con la sola diferencia de la presencia de la magia, algo de la cual Tiara aparece en este mundo como una niña prodigio. La magia puede variar de algo simple a algo mucho más oscuro y de esto último se marca con más fuerza dentro de esta historia en donde se muestran escenas que pueden resultar bastante siniestras como la llegada de Graham o el encuentro de Tiara con una sombra que es el punto de origen de uno de sus principales miedos: El control de su propio poder.
Este mundo oscuro que se muestra con mucho más detalle en la segunda parte de la serie es en parte lo que hace atrayente a una historia como esta. Tal vez si el interesado quiere ver esta serie, resultaría recomendable ver la serie desde el quinto OVA en adelante para así tener un panorama más claro de esta animación.
Una historia como a de Shamanic Princess se inserta en una época caracterizada por el despegue del género del Mahou Shoujo tras el éxito anterior de series como Sailor Moon, las Guerreras Mágicas o Magical Angel Sweet Mint solo por nombrar algunas. Pero también apareció en una época que permitió la masificación del contenido casero como una alternativa para los estudios de animación a la difusión televisiva y que en muchos casos representó contenido no apto para la televisión abierta de Japón.
El Original Video Animation (OVA), que tuvo su apogeo luego de la masificación del contenido casero en VHS desde mediados de la década de los ochenta ha sido una ventana de difusión de contenidos orientada a difundir tanto películas como animaciones. Sin embargo, en Japón, el material animado ha tenido en el contenido casero una ventana creativa para varios estudios o animadores independientes que han llevado a cabo proyectos animados cuyo éxito ha permitido la sustentabilidad de nuevos estudios de animación y GAINAX en su momento fue un claro ejemplo. Otras compañías de mayor envergadura, han optado por la difusión de series cortas con un amplio lapso de espera entre uno y otro lanzamiento en donde lo típico ha sido una espera de tres a seis meses.
El máximo apogeo de estas series hechas para video casero fue sin duda en los noventa en donde la masificación a nivel interno japonés y la popularidad del género tanto en América como Europa llevó a que el anime en formato OVA fuera un producto de exportación a estos territorios los cuales eran distribuidos por empresas especializadas que le entregaron al público acceso a obras tan importantes como lo son las películas Alita y Ghost in the Shell, las que hoy en día poseen dos sendos proyectos fílmicos de parte de las productoras de cine de Estados Unidos. El caso de Shamanic Princess representa uno de aquellos donde la serie no llegaría a territorio americano sino hasta el año 2012 en donde la animación sería distribuida en Estados Unidos y Canada por Media Blasters y emitida con doblaje para ambos países por Crunchyroll. También la animación ha llegado a las vitrinas de países como Italia, Francia y Alemania.
Personalmente fue costoso hallar esta animación en primera instancia para quien les escribe, producto de la escasa disponibilidad de medios en donde se pudiera hallar, más el desconocimiento de algunos fandoms por la obra. Solamente en ese momento existieron videos cortos con el opening de la obra pero con poco contenido. Ello sería fundamental para argumentar varias cosas respecto a esta serie.
A primera instancia cuando se ve el opening se puede observar una animación aparentemente tradicional de todas las series del género mahou shoujo, con personajes hermosos, llenos de ternura y de encanto para el seguidor de este género. Tras una insistente búsqueda pude visualizar la realidad de ella como una serie llena de elementos oscuros, con una presencia abundante de invocaciones a espíritus no necesariamente “buenos” de parte de las protagonistas, algo que es característico por el título de la obra.
Sin embargo, otro elemento característico es lo complejo de la trama. En la primera parte se da un vuelco en la historia en donde la cacería finaliza de manera anticipada para dar paso a otro tipo de lucha con un enemigo impensado y con un objetivo distinto. En primera instancia no se dan muchos argumentos de lo que trata la cacería a Kagetsu y de la importancia del Emblema de Yord, pero se da de manera comprobable el gran poder que tiene dicho cuadro tanto como para sostener todo un mundo de magia.
Otro detalle importante es el romance que se vislumbra en la obra. En la primera parte se puede ver el repentino despertar de sentimientos de parte de Tiara hacia su enemigo, sentimientos compartidos por su competidora Lena. Ya en los OVAs que hacen de precuela, se observa cómo se fueron gestando estos sentimientos tanto como para derivar en una lucha de parte de dos personas por el corazón de una y que derivaron en un final trágico.
Por último encontramos el final abierto de la obra. Si bien existe un enfrentamiento final de parte de Tiara, hay cosas que quedan pendientes dentro de la serie, entre ellos el retorno de los protagonistas al “Mundo Guardián” el cual no es exhibido ni tampoco el camino que tomará Tiara tras su aventura en el mundo de los humanos, dejando interrogantes para una presunta secuela que aún no existe.
De todas maneras, Shamanic Princess en su momento brindó una mirada alternativa respecto al mundo del Mahou Shoujo. Quizás no implicó para una revolución en su momento, pero si una mirada un tanto más sombría a un universo que en la década de los setenta y ochenta se relacionó más con la felicidad o el drama. Los noventa trajeron a este género un perfil propio de las heroínas con poderes supernaturales con el fin de hacer prevalecer el bien y la justicia, pero a la vez, se da el impulso a la creación de nuevas historias como esta, con personajes con un “lado B” más sombrío y empleando hechicerías propias de ritos shamánicos o paganos. Tal vez en algún momento se dé la oportunidad de una continuación, ahora que los estudios se han embarcado en historias nuevas para series de un pasado exitoso. De mi parte, esta serie que en un momento dediqué a buscar con ahínco a principios de la década pasada y que recién en 2006 puede ver y disfrutar tiene tanto un espacio en mi memoria como esta columna que le hace un justo homenaje dentro de esta web.
Nos vemos en otra ocasión.
Otras historias han abarcado los perfiles más oscuros de sus protagonistas como lo fue el caso de la exitosa Puella Magi Madoka Magica y el presente año una serie vuelve a reavivar esa conceptualización como lo fue Mahou Shoujo Ikusei Keikaku de esta temporada que ya finaliza.
Respecto a esto último, diversos elementos provenientes de una trama más psycho han surgido de parte de algunos autores de novelas o mangas y el caso que expongo el día de hoy no es la excepción. Una conjugación entre hechicería, mundos fantásticos y relaciones personales abarca la historia de Shamanic Princess, un proyecto nacido en el año 1996 de parte de Bandai Visual y que si bien en su momento pasó algo inadvertido, sin duda representó algo adelantado en su época.
Una mirada hacia el mundo guardián
Shamanic Princess fue una historia de seis OVAS lanzado entre los años 1996 y 1998 compuestas de dos partes. La primera parte dividida del OVA 1 al 4 cuenta la historia de la persecución de Tiara, una niña prodigio de la hechicería proveniente de un universo mágico llamado “Mundo Guardián” y quien parte junto con su sirviente Japolo al mundo de los humanos para atrapar a Kagetsu, un individuo del mismo mundo del cual ella proviene y que tiene la habilidad de neutralizar cualquier hechizo mágico incluso de los más aventajados. Kagetsu tiene en su poder el “Emblema de Yord”, un amuleto mágico que es el sostén de la magia del Mundo Guardián y la tarea de Tiara es recuperar dicho amuleto y capturar a Kagetsu a cualquier precio. Dentro de esta cacería se une Lena, otra hechicera prodigio de ese mundo y principal competidora de Tiara quien llega con su sirviente León y que incluso llegan a enfrentarse por algo que va más allá de la tarea encomendada.
La segunda parte consistente en los OVAs 5 y 6 es la precuela de esta historia y que cuenta la formación espiritual de la protagonista (Tiara). Dentro de esta historia aparece la imagen de Sara, hermana de Kagetsu, una niña de carácter amigable y quien establece amistad cercana con ella. También aparece la figura de Graham, el primer sirviente convocado por Tiara y quien aparece en la apertura del quinto OVA y cuyo papel en la historia resulta determinante para el trascurso de ésta.
Con todos estos tintes se visualiza lo que es el Mundo Guardian, un lugar donde la magia se sostiene bajo el pilar del Emblema de Yord, el cual resulta ser algo más que un extraño cuadro con un bello paisaje dibujado en él. Un sitio que a primera vista no resulta ser muy distinto al mundo de los humanos, con la sola diferencia de la presencia de la magia, algo de la cual Tiara aparece en este mundo como una niña prodigio. La magia puede variar de algo simple a algo mucho más oscuro y de esto último se marca con más fuerza dentro de esta historia en donde se muestran escenas que pueden resultar bastante siniestras como la llegada de Graham o el encuentro de Tiara con una sombra que es el punto de origen de uno de sus principales miedos: El control de su propio poder.
Este mundo oscuro que se muestra con mucho más detalle en la segunda parte de la serie es en parte lo que hace atrayente a una historia como esta. Tal vez si el interesado quiere ver esta serie, resultaría recomendable ver la serie desde el quinto OVA en adelante para así tener un panorama más claro de esta animación.
La época dorada del Original Video Animation
Una historia como a de Shamanic Princess se inserta en una época caracterizada por el despegue del género del Mahou Shoujo tras el éxito anterior de series como Sailor Moon, las Guerreras Mágicas o Magical Angel Sweet Mint solo por nombrar algunas. Pero también apareció en una época que permitió la masificación del contenido casero como una alternativa para los estudios de animación a la difusión televisiva y que en muchos casos representó contenido no apto para la televisión abierta de Japón.
El Original Video Animation (OVA), que tuvo su apogeo luego de la masificación del contenido casero en VHS desde mediados de la década de los ochenta ha sido una ventana de difusión de contenidos orientada a difundir tanto películas como animaciones. Sin embargo, en Japón, el material animado ha tenido en el contenido casero una ventana creativa para varios estudios o animadores independientes que han llevado a cabo proyectos animados cuyo éxito ha permitido la sustentabilidad de nuevos estudios de animación y GAINAX en su momento fue un claro ejemplo. Otras compañías de mayor envergadura, han optado por la difusión de series cortas con un amplio lapso de espera entre uno y otro lanzamiento en donde lo típico ha sido una espera de tres a seis meses.
El máximo apogeo de estas series hechas para video casero fue sin duda en los noventa en donde la masificación a nivel interno japonés y la popularidad del género tanto en América como Europa llevó a que el anime en formato OVA fuera un producto de exportación a estos territorios los cuales eran distribuidos por empresas especializadas que le entregaron al público acceso a obras tan importantes como lo son las películas Alita y Ghost in the Shell, las que hoy en día poseen dos sendos proyectos fílmicos de parte de las productoras de cine de Estados Unidos. El caso de Shamanic Princess representa uno de aquellos donde la serie no llegaría a territorio americano sino hasta el año 2012 en donde la animación sería distribuida en Estados Unidos y Canada por Media Blasters y emitida con doblaje para ambos países por Crunchyroll. También la animación ha llegado a las vitrinas de países como Italia, Francia y Alemania.
Una animación compleja y atractiva
Personalmente fue costoso hallar esta animación en primera instancia para quien les escribe, producto de la escasa disponibilidad de medios en donde se pudiera hallar, más el desconocimiento de algunos fandoms por la obra. Solamente en ese momento existieron videos cortos con el opening de la obra pero con poco contenido. Ello sería fundamental para argumentar varias cosas respecto a esta serie.
A primera instancia cuando se ve el opening se puede observar una animación aparentemente tradicional de todas las series del género mahou shoujo, con personajes hermosos, llenos de ternura y de encanto para el seguidor de este género. Tras una insistente búsqueda pude visualizar la realidad de ella como una serie llena de elementos oscuros, con una presencia abundante de invocaciones a espíritus no necesariamente “buenos” de parte de las protagonistas, algo que es característico por el título de la obra.
Sin embargo, otro elemento característico es lo complejo de la trama. En la primera parte se da un vuelco en la historia en donde la cacería finaliza de manera anticipada para dar paso a otro tipo de lucha con un enemigo impensado y con un objetivo distinto. En primera instancia no se dan muchos argumentos de lo que trata la cacería a Kagetsu y de la importancia del Emblema de Yord, pero se da de manera comprobable el gran poder que tiene dicho cuadro tanto como para sostener todo un mundo de magia.
Otro detalle importante es el romance que se vislumbra en la obra. En la primera parte se puede ver el repentino despertar de sentimientos de parte de Tiara hacia su enemigo, sentimientos compartidos por su competidora Lena. Ya en los OVAs que hacen de precuela, se observa cómo se fueron gestando estos sentimientos tanto como para derivar en una lucha de parte de dos personas por el corazón de una y que derivaron en un final trágico.
Por último encontramos el final abierto de la obra. Si bien existe un enfrentamiento final de parte de Tiara, hay cosas que quedan pendientes dentro de la serie, entre ellos el retorno de los protagonistas al “Mundo Guardián” el cual no es exhibido ni tampoco el camino que tomará Tiara tras su aventura en el mundo de los humanos, dejando interrogantes para una presunta secuela que aún no existe.
De todas maneras, Shamanic Princess en su momento brindó una mirada alternativa respecto al mundo del Mahou Shoujo. Quizás no implicó para una revolución en su momento, pero si una mirada un tanto más sombría a un universo que en la década de los setenta y ochenta se relacionó más con la felicidad o el drama. Los noventa trajeron a este género un perfil propio de las heroínas con poderes supernaturales con el fin de hacer prevalecer el bien y la justicia, pero a la vez, se da el impulso a la creación de nuevas historias como esta, con personajes con un “lado B” más sombrío y empleando hechicerías propias de ritos shamánicos o paganos. Tal vez en algún momento se dé la oportunidad de una continuación, ahora que los estudios se han embarcado en historias nuevas para series de un pasado exitoso. De mi parte, esta serie que en un momento dediqué a buscar con ahínco a principios de la década pasada y que recién en 2006 puede ver y disfrutar tiene tanto un espacio en mi memoria como esta columna que le hace un justo homenaje dentro de esta web.
Nos vemos en otra ocasión.